18 de febrero de 1900 Empieza la Batalla de Paardeberg
18 de febrero de 1900 Empieza la Batalla de Paardeberg Tal día como hoy en 1900 empezaría la Batalla de Paardeberg, en el marco de la Segunda Guerra Anglo-Bóer. En esta batalla se enfrentarían las fuerzas coloniales del Imperio Británico y las repúblicas bóeres sudafricanas. El choque de fuerzas se llevaría a cabo cerca del río Modder, en la Colonia del Cabo. A pesar de que el enfrentamiento se alargaría durante nueve días, el primer día de la Batalla de Paardeberg sería el más sangriento.
Para entender el conflicto es imprescindible saber que le precedía la Primera Guerra Anglo-Bóer que duró de 1880 a 1881. En esta las repúblicas bóeres independientes de Transvaal y el Estado Libre de Orange y el Imperio Británico. Esta guerra terminaría resultando en acuerdos como el Tratado de Pretoria (1881) y el Tratado de Bloemfontein (1884). En estos tratados se reconocería la autonomía bóer siempre bajo la soberanía nominal y formal británica. A pesar de estos la tensión entre bóeres y británicos no disminuiría.
En la Batalla de Paardeberg se enfrentarían 15000 soldados británicos a 7000 bóeres. En ella morirían casi 1000 hombres entre ambos bandos y casi 5000 bóeres serían capturados. El primer día de esta batalla sería conocido como Domingo Sangriento por la violencia que se vivió.
En Londres, autoridades como el político y empresario Cecil Rhodes, fervientes defensores del imperialismo británico consideraban necesario subyugar a los bóeres. Consideraban necesario construir una línea de ferrocarril que conectara Ciudad del Cabo con el Cairo, cruzando el continente africano. Estas aspiraciones colonialistas provocarían que la tensión incrementara. Kruger, presidente de Transvaal exigiría la retirada de las tropas británicas de su territorio y la negativa provocaría el estallido de la Segunda Guerra Anglo-Bóer.
Los británicos avanzarían hacia la capital bóer desde un primer momento, pero en su camino se serían hostigados constantemente por contingentes bóeres. Los británicos, armamentísticamente infinitamente superiores rodearían a las fuerzas bóeres que se recluirían en Paardeberg. Aquí se defenderían tenazmente durante nueve días, pero estaban en una posición muy desfavorable y pronto la rendición sería la única opción. La derrota bóer acabaría siendo un punto de inflexión en la guerra a pesar de que esta se alargaría hasta 1902.