11 de febrero del 660 aC Se funda Japón
11 de febrero del 660 aC Se funda Japón Tal día como hoy en el año 660 a.C., Jinmu Tennō funda el reino de Japón. Jinmu se convertiría de forma en el primer emperador y fundador de Japón. Para entender esto primero debemos comentar que la biografía del fundador de Japón se encuentra en el Kojiki y el Nihonshoki. Estos dos textos escritos servirán posteriormente como base literaria para las religiones tradicionales japonesas como el sintoísmo. Debemos, por lo tanto, tener en cuenta esto al hablar de la fundación de Japón.
Según estas dos fuentes, Jinmu era descendente directo de Amaterasu Ōmikami, la deidad del sol y gobernante celestial. Se dice que ya era sabio en el momento de su nacimiento y usaría esa sabiduría para unificar todo el territorio japonés bajo su mando. Hasta su reinado, el territorio que ocupa el actual Japón se encontraba dividido en pequeños centros de poder fragmentados. La leyenda dice que estos pequeños centros de poder estaban habitados por deidades salvajes menores a quienes tendría que vencer Jinmu para unificar el territorio.
El emblema del sol naciente que encontramos en la bandera de Japón es la representación de Amaterasu Ōmikami, la guardiana del pueblo japonés.
Para asegurarse el poder, el legendario emperador habría llevado a cabo una estrategia política matrimonial que le serviría para afianzar su poder. Empezaría a partir de este momento un largo periodo de estabilidad en el que Jinmu podría consolidar su poder. Según el Kojiki, el emperador moriría 76 años más tarde de haber subido al poder, con 126 años. Evidentemente, no podemos tomarnos al pie de la letra estos números, pero así aparece en las fuentes. Tras su muerte el trono pasará a su hijo Suizei, empezando así la primera dinastía japonesa.
Detrás de estos escritos legendarios, es innegable que la figura de Jinmu es indispensable para la construcción de la identidad nacional de Japón. Hay ciertos aspectos como el origen mitológico de su figura o la edad que se le atribuye que pueden ser interpretables. Lo que es más difícil de poner en duda es que Jinmu existiera históricamente y sea como sea, ha traspasado las fronteras del mito. Podemos decir de esta forma que es imposible entender la mitología japonesa, pero tampoco su cultura, sin la figura de Jinmu Tennō, el primer emperador.