23 de febrero de 1455 Gutenberg imprime una Biblia
23 de febrero de 1455 Gutenberg imprime una Biblia Tal día como hoy en el año 1455 Johannes Gutenberg imprimía por primera vez una Biblia. Para ello usaría la imprenta creada por él mismo unos diez años antes, que permitía imprimir página y textos completos con suma facilidad. El método de la impresión remplazaría rápidamente los manuscritos que, al ser escritos a mano, llevaban mucho tiempo y resultaban muy costosos. Por ello, hasta ese momento eran pocos los que se podían permitir tener obras escritas en sus casas por lo costoso que suponía adquirirlas.
Para llevar a cabo esta impresión, Gutenberg introduciría la idea de los tipos móviles. Estos eran pequeñas piezas individuales de metal que contenían cada una de ellas un carácter o letra. Estaban diseñados de tal forma que podían ser movidos según cuál fuera la palabra por escribir por lo que permitía crear diferentes páginas y textos. El proceso de composición del texto, pues empezaba por seleccionar los caracteres y disponerlos en un marco para formar las palabras. Una vez colocado el marco se aplicaba tinta a la superficie de cada tipo de forma uniforme.
A pesar de haber inventado un producto único, Gutenberg no conservaría la exclusividad del invento. Al no existir leyes de propiedad intelectual y al tener la necesidad de ingresos, rápidamente desveló su secreto permitiendo crear nuevas imprentas por toda Europa.
Finalmente, se colocaba el papel, el marco y se aplicaba presión sobre la página para transferir la tinta al papel. Una vez llegados a este punto se repetía el proceso de aplicar la tinta las veces que fuese necesario. Así se lograría poder crear el número de copias requerido. Ya con todas las copias de la página en cuestión pasaríamos a la siguiente, para ello se recolocaban los tipos en el marco y vuelta a empezar. Con esto lo que se lograba era producir un elevado número de copias de un mismo trabajo, facilitando la difusión masiva.
La imprenta acabaría a largo plazo facilitando la difusión del conocimiento, pues hacía que fuese mucho menos costoso adquirir un documento escrito. Contribuiría además de forma significativa en el avance cultural y científico. Y aún más en la difusión del protestantismo, al ayudar mediante la impresión de biblias a propagar nuevas interpretaciones del cristianismo. Hasta este momento habían sido el clero prácticamente el único en tener acceso a los textos religiosos. Por ello la Iglesia Católica sería la que más perdería con la invención de la imprenta.