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27 de febrero del 380 Se publica el Edicto de Tesalónica

27 de febrero del 380 Se publica el Edicto de Tesalónica Tal día como hoy en el año 380 d.C. se publica el Edicto de Tesalónica. Este fue decretado por el emperador Teodosio I y ratificado por los otros dos emperadores romanos, Graciano y Valentiniano II. Con este edicto, conocido también como Credo de los Emperadores, el cristianismo niceno pasaba a ser la religión oficial del Imperio. Algo que chocaría con lo que el emperador precedente, Juliano II, conocido como el Apóstata, había impulsado bajo sus tres años de reinado.

Había sido con el emperador Constantino I que se había acabado con la clandestinidad del cristianismo. Constantino había emitido junto a Licino el Edicto de Milán que otorgaba libertad de culto para todos. A partir de ese momento los cristianos habían ido ganando poder en las esferas imperiales al ser una de las religiones mayoritarias del imperio. Juliano II intentaría detener este ascenso del cristianismo, pero con su corta estancia en el poder no lo conseguiría. Este es el clima en el cual Teodosio es nombrado emperador.

Juliano II pasaría a la historia a pesar de haber sido emperador tan solo durante tres años. Sería el último emperador que intentaría restaurar el culto romano tradicional, por eso el sobrenombre de el Apóstata.

Sería Teodosio como hemos comentado el que impulsaría el Edicto de Tesalónica, lo que llevó a reconocer el cristianismo niceno como religión oficial. Algo que supondría un cambio de paradigma, ya que llevó a que muchas sectas fueran perseguidas y consideras herejes. Por otra parte, eso sí, el Edicto contribuyó a consolidar el poder imperial al fusionar la autoridad política con la religiosa. Además de fortalecer la relación entre Estado e Iglesia al establecer una jerarquía eclesiástica vinculada al poder imperial.

De esta forma podemos decir la Iglesia se convertiría en un instrumento para mantener la cohesión social y política, legitimando además el poder imperial. Por otra parte, esta implementación forzada provocaría grandes tensiones con una parte de la sociedad. Aquellos sectores arraigados a la tradición romana se verían marginados y perseguidos como siglos antes habían estado los cristianos. Estos se negarían a reconocer la nueva religión como la oficial, algo que provocaría una serie de conflictos internos que dañarían el ya fragmentado Imperio.

27 de febrero del 380 Se publica el Edicto de Tesalónica

19 de enero de 197 Tiene lugar la Batalla de Lugdunum

19 de enero de 197 Tiene lugar la Batalla de Lugdunum En esta se enfrentarán los ejércitos de Clodio Albino y Septimio Severo, ambos aspirantes a la púrpura imperial romana. Severo resultaría ser el vencedor de la contienda y, por lo tanto, el que acabaría convirtiéndose en el único emperador. Con su victoria, además, se lograría reunificar un fragmentado Imperio Romano. Y no solo eso, sino que se convertiría en el primer emperador de origen norteafricano en alcanzar el trono. Tras su muerte, el trono pasaría a su primogénito Caracala.

Para lograr convertirse en el único emperador Severo se tuvo que enfrontar con otros cuatro contendientes. Entre ellos destacaría Albino, gobernador de Britania, desde dónde se había proclamado emperador. Ante esta situación, Severo consideró óptimo nombrar a Clodio Albino césar y asegurarle que cogobernarían para concentrarse así con los otros aspirantes al trono imperial. Severo consiguió acabar con estos en el año 193 y ya se intuía que el siguiente sería Clodio. Cuatro años más tarde se evidenciaría esto y bajo el pretexto que Clodio se había revelado, Severo se preparó para acabar con él.

El año 193 será conocido como el año de los cinco emperadores, pues coincidieron cinco aspirantes al trono romano. Severo sería quién saldría victorioso y fundaría la dinastía Severa que gobernaría durante algo más de cuatro décadas.

A pesar de que el ejército de Severo era algo mayor, Clodio decidiría plantarle cara y ambos ejércitos se encontrarían en la Galia. Después de unas pequeñas escaramuzas con resultados dispares, el enfrentamiento como tal se llevaría cabo en Tinurtium, cerca del río Sarona. Ambos aspirantes al trono sabían que el resultado del enfrentamiento era decisivo por lo que ambos llevaron un gran contingente de tropas. En total más de cien mil hombres se enfrentarían en Tinurtium y el choque sería durísimo con elevadísimas pérdidas en cada bando.

Los hombres de Severo estuvieron a punto de rendirse cuando su emperador fue desmontado de su caballo y tirado al suelo. En medio de este momento de incertidumbre, pero, Severo lograría ponerse en pie de nuevo y hacerse con otro caballo. Las fuentes dicen que sus hombres al verlo con vida se sintieron avergonzados y volvieron al combate. Esta furia con la que lucharían los partidarios de Severo tomó por sorpresa a los britanos que acabarían huyendo. Después de una derrota aplastante Clodio huiría, pero sería rodeado por las tropas de Severo y obligado a suicidarse.

19 de enero de 197 Tiene lugar la Batalla de Lugdunum

24 de enero del 41 dC Calígula es asesinado

24 de enero del 41 dC Calígula es asesinado. Tal día como hoy, en el año 41 d.C. muere asesinado el tercer emperador de Roma, Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como Calígula, a manos de sus guardias. El asesinato fue fruto de una conspiración conjunta entre senadores y Casio Querea, jefe de su guardia pretoriana. A pesar de que los primeros tenían como objetivo restaurar la República, serían los pretorianos quienes se saldrían con la suya nombrando a Claudio, tío de Calígula, como emperador.

El reinado de Calígula no sería recordado por los historiadores como el más brillante. Todos los autores romanos coinciden en considerarlo como un demente, y eso que su padre Germánico había sido una figura muy querida en Roma. De hecho, Germánico sería considerado uno de los más brillantes generales de la historia de Roma. Su hijo, Calígula, había sido un niño muy querido entre los hombres de su padre cuando los acompañaba en las campañas.

Calígula significa “botitas”. Fue un sobrenombre que le dieron los hombres de su padre cuando el pequeño lo acompañaba en sus campañas. Pues hace referencia a las caligas, el calzado de los soldados

La prematura muerte de su padre, pero lo obligaría a volver a Roma con su madre, y la relación del joven Calígula con el emperador Tiberio no sería la mejor. Aún y así, Calígula sería designado como sucesor con la muerte de Tiberio juntamente con Tiberio Gemelo, un joven que Calígula no tardaría en eliminar. Ahora, como único heredero, un joven Calígula de 25 años sería nombrado emperador en el año 37. Y su reinado empezaría ya con acusaciones, pues es Suetonio quien escribe que seguramente Calígula tuvo algo que ver con la muerte del emperador.

A pesar de ello, la entrada de Calígula en Roma sería recibida con júbilo, toda la ciudad le tenía fe al joven hijo del legendario Germánico. En un principio el nuevo emperador se congraciaría aún más con el pueblo regalando juegos y se congració con el ejército. Este período de bonanza no duraría, pues el mismo año de su coronación caería enfermo. Se recuperaría de esta enfermedad. Pero su política de excesos provocaría una grave crisis en el Imperio y a pesar de sus reformas, su relación con el pueblo se deterioraría.

A partir del año 40 d.C. el Emperador perdería el apoyo del Senado y poco a poco del mismo pueblo de Roma que se escandalizaba por sus escándalos. Empezaría a ser visto como un enfermo sexual. Algo preocupante teniendo en cuenta que en la Antigua Roma la sexualidad era algo muy privado. Además de como un sádico. Sería esta pérdida de apoyos tanto internos como externos que provocaría su muerte. Los mismos soldados que lo habían investido serían los que, mediante la influencia del Senado, acabarían con su vida.

24 de enero del 41 dC Calígula es asesinado

21 de enero de 1606 Se funda la Guardia Suiza

21 de enero de 1606 Se funda la Guardia Suiza Tal día como hoy, en 1606 nace la Guardia Suiza Pontificia o directamente Guardia Suiza. Este será el cuerpo militar encargado de proteger la integridad del obispo de Roma, conocido como el papa, y de la Santa Sede. Anteriormente, ya se había recurrido desde la Santa Sede a reclutar mercenarios suizos para su defensa debido a la buena relación entre el papado y la Confederación Suiza. Por este motivo, el papa Julio II recurriría otra vez a estos ante la amenaza de que Carlos VIII rey de Francia, entrara en territorio itálico.

El momento de demostrar su valía no tardaría en llegar para este joven cuerpo. En el año 1627 un ejército del emperador Carlos V llegaría a las puertas de Roma con cerca de 15.000 hombres dispuestos a saquear la ciudad. Estas tropas, a pesar de haber partido en una clara inferioridad numérica, habían vencido a los franceses en diversas ocasiones hasta conquistar Milán. Una vez tomado el norte de Italia, pero, llegarían los impagos. Esto provoca un motín que acabaría con los soldados a las puertas de Roma ansiosos por saquear la ciudad.

Además de sus atribuciones como líder espiritual de la iglesia católica. El papado cobraría un importante papel en la diplomacia europea

Ante semejante contingente de tropas, las defensas de la ciudad rápidamente se vieron superadas. Con los hombres del emperador saqueando a sus anchas, los hombres de la Guardia Suiza se congregaron alrededor de la Santa Sede para defender al pontífice. Las tropas imperiales rodearían a los suizos y se llevaría a cabo un impresionante combate en las puertas de la Basílica de San Pedro. En este morirían más de dos tercios de los 189 guardias. Pero aun así lograrían asegurarse de que el pontífice se pudiese poner a salvo huyendo por el Passetto di Borgo.

Después de este hecho heroico, la Guardia Suiza y el papado estrecharían lazos. Sus caminos permanecerían unidos hasta hoy en día, pues las atribuciones de la Guardia Suiza siguen siendo las mismas, proteger al papa y a la Santa Sede. El cuerpo ahora está formado por 135 hombres comandados con un coronel y entrenados en procedimientos militares. Armados, además de las alabardas y espadas protocolarias, con armas de fuego actuales, se han convertido en un cuerpo de élite de prestigio.

21 de enero de 1606 Se funda la Guardia Suiza

19 de enero de 1853 Se estrena Il Trovatore de Verdi

19 de enero de 1853 Se estrena Il Trovatore de Verdi. Tal día como hoy en 1853 se estrena la ópera de Giuseppe Verdi, Il Trovatore, en el Teatro Apollo de Roma. Ya en esta primera actuación la obra triunfaría consagrando a un Verdi de tan solo cuarenta años, como uno de los compositores de ópera más importantes del momento. Después de este increíble éxito en la primera actuación, la obra se exportaría por toda Europa y en los tres años posteriores se llegaría a reproducir 229 veces.

A pesar de este éxito sin precedentes, Verdi comentaría que no había quedado del todo satisfecho con los cantantes. Especialmente porque el público no había captado del todo la intención de la obra. Pues algunos habían interpretado la ópera como una obra triste. Para Verdi, personalmente, se trataba de su obra más romántica. En la que tocaba los sentimientos más extremos del hombre, pasando desde el odio más visceral al amor.

La trama de Il Trovatore se desarrollará en Vizcaya y Aragón y está ambientada en el siglo XV

Verdi se caracterizó por ser una persona muy reservada y a pesar de su éxito como compositor, preferiría una vida tranquila y lejos de la muchedumbre. En sus primeras obras demostraría simpatía el movimiento de unificación italiano, el Resorgimento. Una simpatía que, si bien no perdería, sí la haría menos evidente a lo largo de su vida. Hasta llegar a aislarse del todo de los movimientos populares en la convulsa Italia de su época.

Verdi viviría el final del apogeo del romanticismo, que sumió a toda Europa en un clima cultural de exaltar el sentimiento. En cuanto a lo social, el siglo XIX se caracterizaría por el surgimiento de las conocidas revoluciones burguesas. Estas empezaron en 1789 con la Revolución Francesa. Este romanticismo y el cambio del tejido social serían el clima perfecto para que figuras como Beethoven, Goya, Víctor Hugo y el mismo Verdi, triunfaran cada uno en su ámbito.

El romanticismo surgió en Alemania e Inglaterra a principios del siglo XIX. Nace como reacción contra el espíritu crítico y racional ilustrado

19 de enero de 1853 Se estrena Il Trovatore de Verdi

Craso Error

Craso Error ¿Alguna vez te has preguntado de dónde salen expresiones como un craso error? Hoy vamos a analizar el origen de esta expresión tan usada en nuestra lengua.

Esta expresión hace referencia a la derrota romana de Carrhae, en la cual liderados por el general romano Marco Licinio Craso murieron casi 30.000 soldados romanos

Para entender como se llega a esta situación debemos primero analizar el contexto. Nos encontramos en el año 53 a.C. La República Romana se encuentra sumida en grandes conflictos internos. Roma se recupera de una guerra civil que enfrentó a los optimates, que buscaban reducir el poder de la plebe y aumentar las atribuciones un Senado formado por las ilustres familias nobles, liderados por Sila, contra los populares, conocidos como la gente nueva que buscaba contar con el pueblo para limitar la capacidad del Senado, con Cayo Mario como líder. Además de la conocida como Tercera Guerra Servil, en la cual liderados por Espartaco una insurrección de esclavos estuvo a punto de hacer tambalear toda la economía romana. En medio de esta tumultuosa situación, algunos aprovecharon para sacar provecho.

Entre estos aparecería un hombre llamado Marco Licinio Craso, proveniente de la plebe pero de una familia con recursos. Craso tendría que huir a Hispania, actual Península Ibérica, para evitar la muerte a manos de Cayo Mario, como si les pasó a su padre y su hermano. Sería ya al lado del líder optimate, Lucio Cornelio Sila, cuando volvería por fin a Roma y vencerían definitivamente a los populares de Mario. Sila, con su victoria se proclamaría dictador vitalicio y empezaría en Roma un reinado de terror. Una situación que Craso aprovecharía para sacar partido ya que mediante la proscripción que consiste básicamente en delatar a enemigos políticos, se enriquecería enormemente.

Posteriormente Craso realizaría grandes inversiones en el sector inmobiliario. Gracias a esto lograría una de las mayores fortunas de la historia de Roma

Ya con una fortuna increíble en su poder, Craso consiguió convertirse en uno de los hombres más poderosos de Roma. Después de diversos éxitos como magistrado, fue él quien, después de diversos reveses, acabaría con el rebelde Espartaco. Esta victoria le serviría para terminar de consolidar su posición ante todos. Sería él mismo junto con el otro cónsul electo, Pompeyo, quien después de haber luchado junto a Sila, devolvería las atribuciones que el dictador había quitado al pueblo de Roma, congraciándose así con la plebe. Pero no terminaría de erigirse como absoluto líder porque se vería implicado en conjuras, como un intento del senador Catilina por hacerse con el poder de la República. Aún y así Marco Licinio Craso lograría el año 60 a.C. formar parte del triunvirato de hombres que controlaban Roma.

Craso, juntamente con Pompeyo, con quien ya había tenido sus disputas anteriormente, y un tal Cayo Julio César, sobrino del popular Cayo Mario, serían los que gobernarían Roma por encima del Senado

El poder en Roma, pues, quedaría dividido entre estas tres figuras que se dividen el territorio de la República. Mientras Pompeyo se queda en Roma y César se va a combatir a las Galias, Craso, atraído por la riqueza de Oriente, se lanzaría a conquistar el reino de los partos. Craso decidiría no escatimar en recursos para esta campaña y movilizará a casi 40.000 hombres, logrando así uno de los mayores ejércitos del momento. Envalentonado por la situación en Partia, que se encuentra sumida en una guerra civil fratricida, Craso decide internarse en territorio desconocido. Aún y así, Mitríades IV, el hermano que resultaría vencedor del conflicto, enviaría a su general Surenas a hacer frente a los romanos.

Surenas contaría con tan solo 10.000 hombres debido al desgaste sufrido por la guerra civil, y debía hacer frente a un ejército cuatro veces mayor

El general Craso decidiría así adentrarse del todo en territorio desconocido. Según las fuentes, esta la decisión de atacar Partia la tomaría en parte para emular los éxitos militares de Pompeyo y César, y en parte para que su hijo Publio pudiese empezar a escalar posiciones en las magistraturas romanas. Fuera como fuera, la decisión estaba tomada y Craso se adentraría en territorio parto tomando ciudades fuertes sin oposición hasta llegar a Zeugma. En Zeugma, una ciudad en la orilla del Éufrates, los exploradores romanos le informaron que habían encontrado huellas de un ejército parto que huya hacia el desierto. Ante esta noticia, Craso, desoyendo el consejo de su estado mayor que le recomienda acuartelarse, se lanza con todo hacia un enemigo invisible. Esta decisión la tomaría en parte por el consejo de Agbar, un príncipe árabe que le animaría a lanzarse cuanto antes contra los partos.

Con el consejo del príncipe árabe, Craso se desviaría del plan original que era esperar a la llegada de Artavasdes, rey de Armenia y aliado de Roma. De esta forma, con tan solo sus hombres, Craso se adentraría en el desierto, dejando el río atrás. Al final resultaría que Agbar no era otro que un aliado del general parto Surena, quién esperó a que los romanos se adentraran en territorio parto lejos de su línea de suministros. Craso cometería un error, otro más, al no levantar un campamento en el río Balisso, último punto de agua en medio de territorio desértico. Los soldados romanos, sin tan siquiera poder descansar, se encontraron así con los hombres de Surena. El ejército parto, a pesar de ser mucho menos numeroso, contaba con un gran número de arqueros y lanceros a caballo y esto sería aprovechado por su general. Surena lanzaría amagos con su caballería, dificultando con el polvo la visión de los romanos, que a la que querían reaccionar veían como se escapan sus objetivos.

La batalla empezaría así con los partos atacando y los romanos sin poder reaccionar

Para minimizar el efecto de los arqueros, Craso ordenó que sus tropas formaran un cuadrado y avanzaran esperando al momento en el que se quedaran sin proyectiles. Surena, pero, ya había previsto eso y según cuenta Plutarco, contaba con una caravana de camellos cargados de flechas. La caballería romana liderada por Publio Craso intentaría romper la formación parta antes de que el cuadrado romano fuese rodeado, pero a pesar de su heroísmo, caería junto a la mayor parte de los jinetes romanos. Llegados a este punto y ya sin caballería para desbaratar los ataques de los arqueros partos, la batalla se convertiría en masacre. Los romanos, en todo momento acosados por los arqueros partos, emprenderían su penosa retirada y dividirían su ejército en dos intentando evadir los ataques constantes.

De los casi 40.000 hombres que salieron en la campaña contra los partos, tan solo se salvaron unos pocos miles. Craso acabaría cometiendo un último error, y con sus hombres a punto de amotinarse, Craso acude con algunos legados a parlamentar con Surena. Los partos no respetaron el parlamento y terminarían acabando con Craso muerto junto con su estado mayor. Sus hombres, ya sin líder, se dividieron, algunos huyeron aprovechando el arropo de la noche, pero la mayoría se entregaron a los partos. Sobre como murió Craso hay distintas versiones. Lo que si sabemos es que Surena le cortó la cabeza y una mano y se la entregó a su rey, que pactó la paz con los armenios para poner sus ojos a la Siria romana.

Después del desastre, Cayo Longino, uno de los pocos supervivientes de las legiones de Craso, se atrincheraría en Siria.

Al final, los partos tuvieron demasiados problemas internos como para preparar un ataque con garantías en territorio romano. De hecho, Surena, el heroico general parto, sería condenado a muerte por su rey por la fama que había ganado. Los romanos lograron recomponerse del desastre de Carrhae y tan solo veinte años después las águilas de las siete legiones de Craso volvían a Roma. El recuerdo del fracaso de Craso, algo que muchos atribuyen a su ambición desmedida, eso sí, perduraría en el tiempo. De hecho, más de dos mil años después, seguimos utilizando la expresión de “craso error” cuando alguien comete una gran equivocación.

Podemos aprender de la experiencia de Craso y si en tu día a día ves que has cometido un error no insistas en ir hasta el final. A lo mejor una retirada a tiempo es una victoria

 

Craso Error ¿Alguna vez te has preguntado de dónde salen expresiones como un craso error? Hoy vamos a analizar el origen de esta expresión tan usada en nuestra lengua.

10 de enero del 49 a.C. Julio César cruza el Rubicón

10 de enero del 49 a.C. Julio César cruza el Rubicón

10 de enero del 49 a.C. Julio César cruza el Rubicón. Tal día como hoy, en el año 49 a.C el general Cayo Julio César cruzaba el río Rubicón con sus cuatro legiones. Con este hecho desobedecía por primera vez en la historia la ley que prohibía a un general entrar con su ejército en Italia sin el permiso del senado.

Es importante tener en cuenta el contexto en el que César lleva a cabo esta acción, pues, mientras que él se lanza en distintas campañas militares, Pompeyo aprovecha la muerte del tercer miembro del triunvirato, Marco Licinio Craso, para romper la alianza y ser nombrado en Roma cónsul único.

10 de enero del 49 a.C. Julio César cruza el Rubicón con sus cuatro legiones

César, ante estos hechos intenta llegar un acuerdo con el Senado para que se le conceda un cargo que contrarreste el poder de Pompeyo y ante la negativa por parte de los senadores decide cruzar el río pisando territorio itálico. Según el historiador Suetonio, pronunciando las siguientes palabras, «Alea iacta est» (el dado fue lanzado).

En este preciso momento se daría por empezada la Segunda guerra civil de la República Romana, que terminaría con la victoria por parte de los hombres de César ante las legiones de Pompeyo en Farsalia. César, pero, no podría disfrutar durante mucho tiempo de su posición, pues, el año 44 a.C un grupo de senadores liderados por Casio y Bruto lo apuñalarían al salir de una sesión del senado por miedo a que con el apoyo absoluto de la plebe se hiciese proclamar rey de Roma.

10 de enero del 49 a.C. Julio César cruza el Rubicón

10 de enero del 49 a.C. Julio César cruza el Rubicón, provocando el inicio de la guerra civil.